Madres de Crianza

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD y Rona Renner, RN

Hay madres que no llaman mucho nuestra atención al caminar por la calle o ir de compras. Se ven como cualquiera otra mamá que se ocupa de sus hijos, pero son diferentes. Estas mujeres han elegido amar y cuidar niños que llegaron a ellas necesitados. Ellas son madres que están dispuestas a dar la bienvenida a niños a sus brazos y hogares, sin saber por cuánto tiempo se quedarán ni lo que les deparará el futuro.

Póngase a pensar en lo que requiere traer a un niño a su corazón, sabiendo bien que lo más probable es que tendrán que despedirse antes de que haya crecido. Las madres de crianza entienden esto, y aún así están dispuestas a hacer lo necesario por el bien de un niño que no vivirá con ella por mucho tiempo. El amor maternal puede ser una fuerza sanadora para los niños que han sido maltratados, descuidados, o expuestos a traumas o pérdidas.

Algunas madres de crianza se convierten en madres adoptivas, y pueden ofrecerle al niño un “hogar para siempre,” pero muchas toleran la naturaleza temporera del arreglo, sabiendo que los niños añoran una familia permanente. El camino nunca es fácil para los padres que luchan por proveer el amor y la estructura que todo niño necesita, ni es fácil para el niño que pena su pasado y está aprendiendo a confiar que hay un hogar para él. Algunos niños se reunificarán con sus familias cuando haya pasado la crisis y el tiempo le haya permitido a los adultos reconstruir un hogar para sus hijos.

Todas las madres sienten incertidumbre, desde los desafíos de alimentar a un bebé, elegir cuidado infantil apropiado, saber cuándo decir “no” aún cuando el niño está enojado. Todos quienes han cuidado niños saben cuán fácil es sentir inseguridad en la toma de decisiones diarias. Para las madres de crianza la incertidumbre es un hecho, y a pesar de esto, aprenden a poner a los niños en primer lugar, y encaran los desafíos según se presentan.

Para entender la dedicación de las madres de crianza, acudimos al diccionario. La definición de criar es:

Alimentar; nutrir; apoyar; atesorar; promover el crecimiento de algo; alentar; y sostener.

Estos valores nos recuerdan las responsabilidades que todas las madres y figuras maternas llevan en los hombres, y definen claramente lo que necesitan los niños.

Por esto la experiencia incierta de la crianza temporal requiere a alguien de corazón compasivo y capaz de ofrecer al niño apoyo, y un entorno seguro en circunstancias estresantes.

Piense en lo que requeriría de usted convertirse en madre de crianza. Si no le es factible, considere acercarse a las agencias de crianza temporal en su comunidad para agradecer a las madres cuya vida familiar es incierta, mas saben con certeza que quieren ser de ayuda a los niños.

Y a los papás de crianza temporal quienes también ejercen esta función heroica, ¡también se lo agradecemos!