Niñas Alentadas, Mujeres Apreciadas

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

La humanidad posee dos alas. Una es la mujer, la otra es el hombre.  Hasta que las alas no estén igualmente desarrolladas la humanidad no podrá volar.

La figura femenina evoca infinidad de pensamientos y sentimientos. Ha inspirado infinidad de poemas, canciones, y libros, a través de la historia, y alrededor del mundo.

Marzo se ha designado el Mes Internacional de la Mujer y el Mes Nacional de la Historia de la Mujer, y hacemos un alto para reconocerles directa y públicamente.

Aprovechemos estas fechas para expresar nuestra apreciación y agradecimiento a todas las señoritas y señoras, niñas y doñas quienes a través de su presencia y participación contribuyen al progreso de la humanidad.

Los papeles que desempeñan las mujeres en nuestra sociedad son de vital importancia y no reciben la atención que merecen. De hecho, aunque sus aportaciones familiares y culturales son esenciales, muchas niñas y mujeres son menospreciadas, descuidadas y maltratadas en hogares, comunidades, y hasta en centros escolares y laborales.

Si bien hemos progresado en reconocer el valor de las perspectivas y obras femeninas, queda mucho por hacer. Muchas de nuestras niñas y adolescentes muestran deficiencias en su auto-estima y desconfianza en sus capacidades. Los aspectos negativos del machismo, y las influencias sociales que tratan a la mujer como objeto sexual, perjudican el desarrollo sano de nuestras chicas. Si hemos de alentar a nuestras niñas a crecer, florecer y rendir frutos, debemos eliminar las limitaciones obsoletas y darles a conocer ejemplos de mujeres que demuestran que ¡sí se puede!

Celebremos el presente y el porvenir de nuestras niñas y jóvenes, y festejemos a las mujeres de nuestra historia pasada y en proceso. Recordemos que aún las “supermujeres” necesitan ayuda, apoyo, aliento… y amor. Reconozcamos, honremos, y ayudemos a las niñas, jovencitas y mujeres en nuestras familias y comunidades, por el bien de todos. Y enseñémosle a los niños, con nuestro ejemplo, a valorar los esfuerzos de las mujeres en sus vidas, todos los días del año.

Recomendaciones

1. Prestemos atención a nuestra manera de hablar, de manera que no excluya o comunique inferioridad a lo femenino.

2. Evitemos imponer trabas o limitaciones al liderazgo de nuestras niñas y mujeres por el hecho de ser niñas o mujeres.

3. Alentemos la participación de nuestras niñas en ciencias, deportes, y otras actividades en las que cultiven sus intereses y desarrollen sus destrezas.

4. Planifiquemos fiestas para honrar a las mujeres del pasado y presente de nuestra familia.

5. Dediquemos espacio en nuestros hogares para fotos y obras de mujeres y personajes femeninos, no como objetos sexuales.

6. Informémonos y eduquemos a nuestros niños y niñas sobre mujeres destacadas de nuestras tierras.

7. Demostremos gratitud diariamente a las niñas y mujeres de nuestra vida con palabras, gestos y detalles; no dar por sentada su labor.

8. Mantengámonos en contacto por teléfono y correo postal o electrónico con nuestras niñas y mujeres que viven lejos.

9. Fomentemos la apreciación y agradecimiento, y desalentemos las quejas y críticas a las niñas y mujeres en nuestro hogar.

10. Ofrezcamos apoyo y ayuda a las mujeres de nuestra familia y vecindario; relevémoslas de sus funciones para que se tomen descansos o respiros regularmente.