Preguntas de Pequeños Pensadores

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD y Rona Renner, RN

Los niños sienten curiosidad sobre el mundo en el que viven y sobre las personas que le rodean. Es importante contestar sus preguntas honestamente, con información apropiada a su edad.

Una madre de un niño de cuatro años pregunta: "Mi niño me preguntó, ¿De dónde vine yo?' Le dije que salió de mi vientre, pero entonces preguntó, ‘¿Cómo, mamá? ¿Te dolió?’¿Cómo debo responder preguntas como éstas?"

Tal vez usted sienta envidia de los padres de generaciones anteriores, quienes les decían a sus hijos "A tu hermanito lo trajo la cigüeña," mas no debemos informar incorrectamente a los niños. Los padres de familia son los primeros maestros de sus hijos, y mientras más sus hijos puedan hablar con usted, sabiendo que les responderá con información fiable y con cariño, más confiarán en usted durante su niñez y más allá.

He aquí unas guías para esta mamá, las cuales también aplican a otras preguntas difíciles que hacen los niños:

Si le tomaron por sorpresa y no sabe qué decir, o si le incomoda la idea de hablar al respecto mientras están en un autobús lleno, puede decir: "Excelente pregunta. Hablemos sobre esto cuando lleguemos a casa." Así tendrá tiempo para organizar sus pensamientos.

Comience preguntándole al niño lo que sabe, lo que ha oído, y por qué le interesa. Quizás se confundió con la idea de que los bebés vienen del vientre de la mamá porque no puede figurar cómo puede la comida estar en el mismo lugar que el bebé. Usted puede decir: “Hay un lugar especial en el cuerpo de las mujeres que se llama útero, y los bebés están cómodos allí mientras van creciendo.” Si su hijo se satisface con esa explicación, puede ver si tiene otras preguntas.

Use las palabras apropiadas. Si nos da pena, evitamos palabras tales como senos o pene, y en su lugar usamos palabras tontas. Ya que los niños aprenden los nombres apropiados para las otras partes del cuerpo, deben aprender los nombres apropiados para las relacionadas a la reproducción y el placer sexual.

Hable simplemente. "Tú empezaste a crecer en mi útero cuando una semilla mía y esperma de papá se juntaron.” Pueden sembrar semillas y ver crecer flores y verduras. Si su hijo curioso quiere saber más de lo que usted está preparado a discutir, pida ayuda a amigos o recurra a libros. Si usted no sabe cómo explicar el “abrazo especial que es sólo para adultos,” Robie Harris tiene una serie de libros extraordinarios. El diseñado para niños de cuatro años en adelante se llama ¡No es la Cigüeña!

Cuando usted presta atención a las preguntas de sus hijos, su actitud alienta en ellos la curiosidad y la confianza.