Trauma y Niños

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

Desafortunadamente, muchos hemos experimentado sucesos tales como fuegos, terremotos, huracanes, accidentes, y encuentros con la violencia comunitaria y con el abuso de las autoridades.  

Actualmente en los EEUU existe un clima de temor en las familias inmigrantes, y los niños sufren al temer lo que puede sucederle a sus seres queridos.

Debemos estar preparados para manejar nuestras reacciones en tiempos difíciles para poder estar disponibles para nuestros niños, quienes cuentan con nosotros para protegerles y enseñarles a lidiar con sus propias reacciones.

Sugerencias

  • Esté al tanto de sus emociones, tome un minuto para calmarse, y responda a los niños de manera sensata y honesta.  Si está sobrecargado por sus emociones, encuentre a un adulto con quien hablar.
  • Usted tal vez tenga una expresión de preocupación en su rostro, o esté llorando.  En cuanto pueda, dirija su atención a lo que necesitan los niños.  Comunique calma y seguridad con su voz y con sus gestos.
  • Los niños quieren saber que están a salvo. Figure lo que les va a decir que los confortará.  Puede decirle, “Haré todo lo posible para protegerte.”
  • Hablen sobre la situación en cuestión, basados en el nivel de comprensión y la sensibilidad de cada niño.  Mantenga sus explicaciones simples.  Ofrezca información que clarifique los hechos.  Escuche lo que los niños se dicen entre sí.
  • Si los niños ven personas gritando, peleando o llorando y sienten temor, retírelos de la situación lo antes posible, afirme sus sentimientos, y hablen sobre lo que aconteció.
  • Siempre pregúntele a los niños lo que ya saben o creen.  Tal vez tengan que empezar la conversación corrigiendo información incorrecta.
  • Discuta con sus niños lo que hacen en casa y en la escuela para ayudarles a mantenerse a salvo.  Repase las rutinas de seguridad en casos de terremoto o fuego.  Enséñele a los niños un plan de emergencia, incluyendo que aprendan su nombre complete, su teléfono, y lugares seguros a donde ir en su hogar y en su vecindario.
  • Observe a sus niños jugar.  Algunos niños demostrarán en el Juego lo que les ha impactado. Usen arte, música o el escribir para expresar sus sentimientos.  Lean libros, salgan a caminar, y noten lo sano y hermoso en su entorno.
  • Enséñele a sus niños una escala del 0 al 10 en la que el 0 representa un día muy malo, y el 10 representa un día muy bueno.  De esta manera puede tener una idea de qué tal están pasando cada día.  Pregúnteles qué pueden hacer para hacer que su día suba de número.
  • Si su familia está lidiando con problemas serios o pérdidas, procure consejería.

Cuando ocurra un suceso difícil o traumático, trate de permanecer alerta, calmado, y respetuoso de los demás.  Sus niños le están observando, y aprenderán de sus actos aún más que de sus palabras.

Recurso

  • “Muy Malas Noticias” por Marisol Muñoz-Kiehne (www.centering.org)