Parientes Presentes

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

Al vivir en suelos Estadounidenses, nos corresponde conservar nuestra conexión con nuestras raíces y con nuestros familiares que viven en las tierras de nuestros antepasados, o demasiado lejos para llamarno vecinos.

Conexiones cruciales

Los niños comienzan sus vidas conectados a mamá mediante el cordón umbilical; así reciben de ella lo que necesitan para crecer y madurar hasta la hora de nacer. Cuando se corta el cordón umbilical que unía al recién nacido con su madre, se presenta la primera oportunidad de seguir nutriendo una relación estrecha, aunque ya no sean lazos físicos los que vinculen los cuerpos.

Como bien sabemos quienes vivimos aparte de nuestros familiares, es posible, aunque a veces complicado y no siempre conveniente, el cultivar relaciones cálidas y enriquecedoras con nuestros seres queridos a pesar de la distancia física. Para los padres de familia, hacerlo es parte de su responsabilidad, ya que los niños también son nietos de sus padres y de sus suegros, sobrinos de sus hermanos y cuñados, primos de sus sobrinos, etc y, hasta que sean mayorcitos, de los padres depende establecer o reestablecer en su nombre esas conexiones.

Ambas partes se benefician cuando nos mantenemos en contacto, aunque no sea en persona. Investigaciones en las ciencias médicas y sicológicas han establecido que el contacto regular con personas interesadas en nuestro bien promueve el desarrollo de una estima propia sana, fomenta una sensación de seguridad y confianza, y sirve de protección ante las situaciones estresantes que presenta la vida en cada etapa. El aprendizaje, aliento, apoyo, y ayuda que recibimos de nuestros familiares -se encuentren donde se encuentren- son vitales para el bienestar de chicos y grandes. Y, como veremos a continuación, las conexiones vitales ¡también pueden ser virtuales!

Comunicación constante

Aún en los tiempos de nuestros tatarabuelos, cuando las circunstancias separaban a la familia las personas determinadas en permanecer unidas buscaban maneras de comunicarse mediante cartas y mensajeros. Hoy en día contamos con muchos otros medios más para acercarnos a aquellos con quienes compartimos nuestra procedencia y pasado, pero no nuestro panorama.

Correo postal- El intercambiar cartas en el puño y letra de quien las escribe continúa siendo de las formas más personales y sentimentales de comunicarnos con nuestros seres queridos. Las cartas pueden guardarse para releerse, disfrutando hacerlo tanto inicialmente como años después. En lo que los niños aprenden a escribir ellos mismos, de bebés los padres pueden escribir en su nombre, y cuando ya hablan puedes pedirles que les dicten lo que quieren comunicarle a sus parientes. Las cartas pueden personalizarse y convertirse en verdaderas reliquias al seleccionar el papel que se usa, las decoraciones y sellitos que añadan los niños, y las sorpresitas que se incluyan en el sobre, sean servilletas del bautizo del bebé, mechones de su primer corte de cabello, recetas del pastel de cumpleaños, o retratos escolares listos para enmarcar.

Correo electrónico- La comunicación por “email” también ofrece la oportunidad de recordar y revivir las noticias y acontecimientos al releerlos a través del tiempo. De la misma manera podemos adornar la correspondencia, y adjuntar recetas, retratos y dibujos originales. Además, podemos anexar archivos con videos y canciones. Este medio también brinda las opciones de enviarse y recibirse inmediatamente, y de incluir simultáneamente a varios miembros de la familia al copiar los mensajes al domicilio cibernético de cada cual.

Teléfono y televideo- Cada vez es más económico hablar por teléfono, y ya muchas familias están aprovechando las ventajas del conversar cara a cara por televideo. Gracias a este medio los parientes pueden escuchar así como ver a los niños crecer, los niños pueden conocer a sus familiares aún cuando no han podido visitarse, y ambas partes pueden compartir por la ventana del computador lo que ven desde sus respectivos ventanales donde se encuentren.

Redes sociales cibernéticas- Los familiares separados a través de todo el globo ahora pueden mantenerse en contacto constantemente usando los sitios de redes sociales en la Internet. Estos están repletos de noticieros, álbumes de fotos, videos, y más. Al incluir materiales personales, hemos de tomar las precauciones pertinentes para proteger la privacidad de nuestras familias.

Blogs- Los blogs son ideales para quienes disfrutan escribir y publicar las experiencias cotidianas de la vida familiar, y pensamientos y reflexiones sobre el vivir en general. Eso sí, el mantener un blog regularmente requiere disciplina y constancia, típicamente escasos en nuestros calendarios en estos tiempos.

Juegos en línea- Consideremos los juegos en línea como otra opción, ya que mediante ellos podemos jugar con nuestros seres queridos distantes desde cualquier parte del mundo.  Al seleccionar los juegos, optemos por los que ofrecen tanto entretenimiento, como la oportunidad de ejercitar habilidades y expandir nuestros conocimientos.

Parientes presente

Para aprovechar al máximo los contactos con nuestros parientes distantes, ayuda si los mantenemos al tanto de nuestros acontecimientos e intereses presentes, tales como:

  • Fechas y eventos (cumpleaños, bodas, ritos religiosos, recitales y partidos)
  • Juegos, juguetes, y pasatiempos favoritos
  • Cuentos, libros, canciones y películas predilectos
  • Noticias sobre nuestras actividades laborales y sociales
  • Paseos a lugares de interés

Aunque vivamos en lugares lejanos, podemos lograr que nuestros niños crezcan conectados a los abuelos, tíos, primos y otros parientes residentes en otras partes del país o en otros rincones del mundo tomando medidas como las siguientes:

  • Establecer una rutina consistente de hablar por teléfono con la familia frecuentemente
  • Incluir a los niños en las conversaciones telefónicas
  • Programar conversaciones en video por la Internet
  • Incluir a los chicos en la correspondencia por correo postal y electrónico
  • Intercambiar retratos, y videos ilustrativos del vivir cotidiano y de eventos especiales
  • Pedir a los parientes que canten nanas y canciones de nuestras tierras
  • Pedirle a los familiares fotos y videos de nuestro pasado para compartirlos
  • Conseguir recetas familiares, y prepararlas tanto aquí como allá
  • Conmemorar en casa los días festivos que celebran nuestros familiares distantes
  • Si es posible, planificar visitas para compartir en persona