Taza Medio Vacía y Medio Llena

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

La manera de pensar pesimista, con tendencias a la depresión, fija la atención en lo ausente y en lo problemático. El pensamiento optimista, con las “pilas puestas,” se enfoca en lo presente y en las posibilidades…

Al abordar cualquier asunto, la perspectiva que adoptamos define las preguntas y las respuestas que serán generadas. Al percibir una taza llena hasta la mitad como “medio vacía,” nos enfocamos en la falta o escasez de cierta sustancia, preguntándonos “¿Qué hace falta?” Mientras nos lamentamos por las deficiencias, el contenido de la taza puede derramarse, echarse a perder, o evaporarse. Cuando la misma taza es percibida como “medio llena,” nos enfocamos en la existencia, disponibilidad y potencial de la sustancia presente, preguntándonos “¿Qué tenemos?” Al hacerlo así, podemos utilizar el contenido de la taza de maneras útiles y creativas, y posiblemente podamos expandirla.

El proceso de evaluar a una persona –inclusive a nuestros niños- o situación debe incluir un examen minucioso de las fortalezas, habilidades, y recursos presentes, tanto como de las debilidades, deficiencias y necesidades existentes. Antes o además de evaluar a otras personas o situaciones, recomendamos hacer un asesoramiento de uno mismo en el lugar de la taza o recipiente.

Instrucciones

Imagínese a sí mismo(a) (o a la persona o situación en cuestión) como si fuera una taza cuyo contenido alcanza la mitad del vaso.

En una página en blanco, dibuje un recipiente alto, y trace una línea atravesándolo por el medio. Describa lo que está “presente” y “ausente,” haciendo una lista en la parte superior/vacía del recipiente de lo que considera son las debilidades principales (necesidades, debilidades, deficiencias, limitaciones, discapacidades), y otra lista de lo que considera son las fortalezas principales, (recursos, talentos, virtudes, habilidades, destrezas) en la parte inferior/llena del recipiente.

Reflexione sobre el proceso de generar las listas y sobre el contenido de sus listas respondiendo las siguientes preguntas.

Reflexiones

  • ¿Qué descubrió o aprendió en el proceso de listar fortalezas y debilidades?
  • ¿Cuáles fueron más fáciles de identificar, las fortalezas, o las debilidades?
  • ¿A qué o a quién le atribuye lo que identificó como fortalezas y debilidades?
  • ¿Le estimuló este ejercicio a intentar algún cambio de actitud o perspectiva?
  • ¿Qué sentimientos o reacciones emocionales fueron evocadas por este ejercicio?
  • ¿Tiende usted a percibir las tazas de la vida como “medio llenas,” o “medio vacías”?

Recomendaciones

  • Notemos cuando asumimos una perspectiva de “taza medio vacía” ante nosotros/as mismos/as, otras personas, o situaciones en nuestro entorno.
  • Enfoquemos nuestra atención deliberadamente en la mitad “medio llena” de aquello y aquellos con que nos relacionamos.
  • Manifestemos el contenido de nuestra taza poniendo en práctica nuestras habilidades, utilizando nuestros recursos, y compartiendo nuestros talentos.
  • Identifiquemos posibles maneras de expandir el contenido de nuestra taza por medio del aprendizaje y ejercicio de destrezas, y el cultivo de nuestras virtudes.