Preadolescencia

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

El período entre los 9 y los 13 años es desafiante, tanto para nuestros muchachos como para sus familias. Los adultos a su alrededor debemos prepararnos para esta etapa en la que ya no son niños pequeños, pero aún no se consideran adolescentes, aunque a veces se comporten como tal…

Durante la preadolescencia notamos cambios de apariencia, actitud, y conducta, ya que sus cuerpos están experimentando el inicio de la pubertad, pero su capacidad de razonar aún no ha madurado. ¡Parece como si con el cambio de tamaño y de voz también estuvieran cambiando de personalidad! Su autoestima luce frágil, notamos altas y bajas emocionales, y su comportamiento fluctúa entre infantil y juvenil.

Además de presentarnos estos cambios típicos, la preadolescencia nos confronta con nuevos retos, algunos serios y difíciles.

Hogar: ¿Qué se hizo mi niño(a)?

En casa, empiezan a redefinirse en relación con sus hermanos, padres, y otros familiares. Empiezan a demostrar nuevos intereses. Resienten que se les trate como niños y piden más libertades y privilegios.

Escuela: ¿Estudios Sociales o Recreos Sociales?

El entorno de la escuela intermedia es estresante. Las materias escolares se hacen cada vez más complicadas, y la motivación por los estudios puede verse afectada por otros intereses. Muchos prefieren compartir con los amigos que aplicarse con las tareas, aunque luego sufran las consecuencias.

Sociedad: ¡Peligros a la vista!

Los preadolescentes enfrentan fuertes presiones sociales, por parte de sus compañeros, de influencias en su vecindario, y de los medios de comunicación. Cada vez más muchachos comienzan a experimentar con alcohol y drogas durante la preadolescencia, y un gran número se involucra con pandillas juveniles antes de entrar a la secundaria.

Una vez entendemos que nuestros muchachos enfrentan dificultades, ¿cómo apoyarlos y ayudarlos a lidiar con los retos de la preadolescencia?

Para ayudarlos a que se mantengan sanos y seguros, estemos dispuestos a hablar con ellos sobre sus experiencias, emociones, opiniones, y sobre temas delicados, como el sexo y las drogas.

Al comunicarnos, evitemos ordenar, amenazar, rechazar, ignorar, predicar, cantaletear, interrogar, juzgar, criticar, culpar, atacar, avergonzar, humillar, y ridiculizar.

Recordemos que los muchachos aprenden de los adultos cómo enfrentar los retos, sobreponer los obstáculos, y resolver los problemas que nos presenta la vida. Por lo tanto, sirvámosles de buenos ejemplos.

Ser preadolescente en estos tiempos y en este país no es nada fácil, así que demostrémosles comprensión, compasión, ¡y paciencia!

Libros

  • Cómo Proteger A Los Preadolescentes De Una Vida Con Riesgos (Jorge Llanes)
  • Educación Sexual Para Preadolescentes 8 a 12 Años (Lester F. Beck)
  • La Preadolescencia- Pasos y Etapas de 9 a 12 (Holly Bennett)
  • Los Comienzos de La Adolescencia (Peter Blos)