Desobediencia a los Dos Años

Dra. Marisol,

Primero que nada, quiero felicitarla por su programa. Tiene un excelente contenido que me ha sido de mucha ayuda en mi camino como madre. Refiriéndose a esto, estoy muy preocupada porque tengo una hija de dos años de edad, y en el aspecto de la disciplina se me está saliendo de control. Trato de hacerle entender de la manera mas fácil posible, pero no lo he estado consiguiendo. Ella no hace caso cuando le hablo, me ignora, y ya entiende lo que le estoy diciendo. Cuando vamos de compras o cuando salimos a algún lado, como cuando vamos a comprar a la despensa, la llevamos en el carrito de compras y ella se quiere bajar, se quita el cinturón, quiere agarrar todo, etc. Yo le digo que no lo haga, que se comporte, que se esté quieta, pero no hace caso y no sé qué hacer. Por eso es que le escribo, si me puede dar un consejo. Gracias, y espero su respuesta.

Estimada mamá dispuesta a disciplinar.

Nos complace mucho saber que le sirve en la crianza de tu pequeña, y le felicitamos por ocuparte en escribir en busca de orientación.

Precisamente la edad de los dos años tiende a asociarse con los niños empezar a querer ejercer control, tanto de sus cuerpos (al usar el baño), como de sus alrededores (al decir "no" e intentar imponer su voluntad). Por esto es importantísimo que los adultos no perdamos el control mientras les enseñamos maneras constructivas de comunicar y lograr lo que quieren.

Si bien es importante hablarles y explicarles lo que hacemos y por qué lo hacemos, las acciones hablan más de mil palabras, y en medio de un berrinche los niños no escuchan ni razonan. Es más provechoso conversar con ellos sobre las normas y las consecuencias (por ejemplo, recompensas) cuando las cosas están calmadas y tenemos su atención. Por ejemplo, al prepararnos para salir, le dejamos saber cómo debe portarse, y lo que sucederá si lo hace y si no lo hace. A muchos niños les ayuda anticipar algo divertido como premio tras haber tolerado algo menos agradable.

Suena que su niña es saludable y energética, y a los dos años los niños necesitan moverse, trepar, ejercitar sus piernas y brazos, gastar sus energías. Mas hay tiempo y lugar para todo. Si se asegura de que tiene suficiente oportunidad de ejercitarse, aún los niños muy activos pueden estar más tranquilos en lugares que lo requieren.

La distracción con algo que les interesa es otra manera de ocuparlos manteniéndoles donde necesitamos que estén. De ahí la idea de siempre llevar libros y juguetes al salir de casa.

Le remito los artículos de la sección de Disciplina en las páginas de Artículos. Creo que las recomendaciones que allí se mencionan pueden servirle, incluyendo las de participar en charlas y clases sobre la crianza infantil. En muchos condados de California puede obtener esa información llamando al 2-1-1. Si nos deja saber dónde vive, tratamos de conectarle. También, ya que obviamente lee y escribe, sugiero consulte nuestra página de Libros (entre ellos, recomiendo Disciplina con Amor de Rosa Barocio).

Finalmente, le recuerdo la fórmula de la disciplina como una ciencia: conciencia + paciencia + consistencia + ¡persistencia!

Dra. Marisol