El Poder de las Preguntas

Evelyn Quezada MA y Marisol Muñoz-Kiehne PhD

E.E. Cummings dijo:  “Es siempre hermosa la respuesta que formula una pregunta más hermosa”.

¿Por qué es importante hacer preguntas?

El hacernos preguntas nos ayuda a organizar nuestros pensamientos y nos permite actuar con más intencionalidad. En otras palabras, reconocemos donde necesitamos desarrollar nuestro pensamiento o tomar acción.   

Por ejemplo, algunas preguntas que podrían ayudar a impulsar el cambio en nuestras vidas podrían ser: ¿Qué me trae la felicidad? ¿Cómo puedo avanzar en mi carrera? ¿Qué es lo que está evitando que pueda alcanzar mis metas? Preguntas claves han llevado a importantes cambios a nivel personal y social.

Tomemos, por ejemplo, a César Chávez quien preguntó: ¿Por qué a los trabajadores agrícolas no se les reconoce igualdad en sus derechos laborales? Este cuestionamiento condujo a un movimiento.

Tiempo atrás Jorge Ramos preguntó: ¿Por qué los Latinos no estamos representados justamente en los medios de comunicación en los Estados Unidos?  Ahora es reconocido como uno de los mejores periodistas y escritores de nuestros tiempos.

Todo lo que hemos descubierto o construído ha comenzado con una pregunta que condujo a una acción y resultó en un cambio.

¿Por qué dejamos de hacer preguntas?

Según Ralph B. Smith, los niños a la edad de 4 años hacen 125 preguntas al día, mientras que los adultos solamente hacen 6 preguntas al día. ¿Por qué dejamos de hacer preguntas, cuando son tan importantes y nos ayudan a aprender más?

Quizás es porque después de los 4 años comenzamos la educación formal. ¿Y qué es lo que se valora en la escuela? ¿Que sigamos haciendo preguntas, o que sepamos las respuestas a las respuestas? Lamentablemente, en gran parte de las sociedades modernas se recompensan las respuestas correctas, no toleramos las respuestas incorrectas, y no le damos suficiente valor a las preguntas. Pero las preguntas son más importantes, porque las preguntas son las que nos han llevado a expandir el conocimiento y a hacer cambios sociales poderosos.  

La pregunta es ¿Qué hacer?

Las preguntas son poderosas. Las preguntas conducen a una mayor auto-conciencia y pueden impulsar cambios hacia el progreso de la humanidad.

No temamos admitir lo que no sabemos, porque el admitir lo que no sabe nos permite tomar medidas y buscar información que nos ayudará a aprender más.

Por último, hay que enseñarles a nuestros niños y jóvenes la importancia de las preguntas. Muchas veces se nos dice que debemos obedecer y escuchar en lugar de preguntar, pero los niños y niñas que cuestionan y desafían los límites y pueden beneficiarnos a todos a largo plazo. Manifestemos y desarrollemos nuestra curiosidad sobre el mundo y cultivemos el amor al aprendizaje.

Taza Medio Vacía y Medio Llena

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

La manera de pensar pesimista, con tendencias a la depresión, fija la atención en lo ausente y en lo problemático. El pensamiento optimista, con las “pilas puestas,” se enfoca en lo presente y en las posibilidades…

Al abordar cualquier asunto, la perspectiva que adoptamos define las preguntas y las respuestas que serán generadas. Al percibir una taza llena hasta la mitad como “medio vacía,” nos enfocamos en la falta o escasez de cierta sustancia, preguntándonos “¿Qué hace falta?” Mientras nos lamentamos por las deficiencias, el contenido de la taza puede derramarse, echarse a perder, o evaporarse. Cuando la misma taza es percibida como “medio llena,” nos enfocamos en la existencia, disponibilidad y potencial de la sustancia presente, preguntándonos “¿Qué tenemos?” Al hacerlo así, podemos utilizar el contenido de la taza de maneras útiles y creativas, y posiblemente podamos expandirla.

El proceso de evaluar a una persona –inclusive a nuestros niños- o situación debe incluir un examen minucioso de las fortalezas, habilidades, y recursos presentes, tanto como de las debilidades, deficiencias y necesidades existentes. Antes o además de evaluar a otras personas o situaciones, recomendamos hacer un asesoramiento de uno mismo en el lugar de la taza o recipiente.

Instrucciones

Imagínese a sí mismo(a) (o a la persona o situación en cuestión) como si fuera una taza cuyo contenido alcanza la mitad del vaso.

En una página en blanco, dibuje un recipiente alto, y trace una línea atravesándolo por el medio. Describa lo que está “presente” y “ausente,” haciendo una lista en la parte superior/vacía del recipiente de lo que considera son las debilidades principales (necesidades, debilidades, deficiencias, limitaciones, discapacidades), y otra lista de lo que considera son las fortalezas principales, (recursos, talentos, virtudes, habilidades, destrezas) en la parte inferior/llena del recipiente.

Reflexione sobre el proceso de generar las listas y sobre el contenido de sus listas respondiendo las siguientes preguntas.

Reflexiones

  • ¿Qué descubrió o aprendió en el proceso de listar fortalezas y debilidades?
  • ¿Cuáles fueron más fáciles de identificar, las fortalezas, o las debilidades?
  • ¿A qué o a quién le atribuye lo que identificó como fortalezas y debilidades?
  • ¿Le estimuló este ejercicio a intentar algún cambio de actitud o perspectiva?
  • ¿Qué sentimientos o reacciones emocionales fueron evocadas por este ejercicio?
  • ¿Tiende usted a percibir las tazas de la vida como “medio llenas,” o “medio vacías”?

Recomendaciones

  • Notemos cuando asumimos una perspectiva de “taza medio vacía” ante nosotros/as mismos/as, otras personas, o situaciones en nuestro entorno.
  • Enfoquemos nuestra atención deliberadamente en la mitad “medio llena” de aquello y aquellos con que nos relacionamos.
  • Manifestemos el contenido de nuestra taza poniendo en práctica nuestras habilidades, utilizando nuestros recursos, y compartiendo nuestros talentos.
  • Identifiquemos posibles maneras de expandir el contenido de nuestra taza por medio del aprendizaje y ejercicio de destrezas, y el cultivo de nuestras virtudes.

Seres, Lugares, Objetos y Actividades

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

¿Qué forma e informa la actitud y perspectiva que asumimos como individuos y como padres de familia ante las situaciones que nos presenta la vida? ¿Qué influye en el humor y estado de ánimo nuestro y de nuestra familia de día a día? Una vez identificamos lo que nos anima y desanima, podemos tomar medidas para mantener un nivel anímico placentero y productivo.

Nuestros pensares y sentires cotidianos están vinculados a nuestro temperamento biológico y carácter psicológico, a los valores que hemos aprendido y adoptado, y a los ideales elevados y abstractos que nos guían los pasos. Sin embargo, los pensamientos y sentimientos de niños y adultos también son afectados significativamente por elementos tan cercanos y concretos como lo son los seres, los objetos, los lugares, y las actividades con que nos involucramos cada día.

Ciertamente, los seres, objetos, lugares y actividades con los que nos relacionamos son influencias ambientales que tienen el potencial de impactar poderosamente nuestras experiencias internas tanto como nuestros comportamientos. Aquellos percibidos como influencias positivas pueden contribuir a sentirnos optimistas y de buen humor, ¡y viceversa!

De hecho, para mejorar nuestro ánimo se recomienda que deliberadamente aumentemos nuestro contacto con influencias ambientales positivas, y reduzcamos nuestra exposición a las negativas. ¿Acaso no sonreímos emocionados con sólo imaginarnos con nuestros seres amados, especialmente con nuestros niños, e inclusive con nuestras queridas mascotas? ¿Alguna vez se ha enfermado o estresado con apenas encontrarse en lugares o con objetos que le evocan recuerdos de experiencias difíciles o dolorosas? De manera similar reaccionan los niños ante estímulos que evocan ánimos más positivos o negativos.

En el siguiente ejercicio creamos listas como un formato simple para identificar seres, objetos, lugares, y actividades que se destacan como positivos y negativos en nuestras vidas. Podemos explorar los orígenes de estas asociaciones, memorizar o llevar las listas con nosotros como recordatorio, o simplemente referirnos a éstas periódicamente y actualizarlas según acumulamos nuevas experiencias.

Instrucciones

  • Divida una hoja de papel en cuatro cuadros por medio de una cruz.
  • Al tope de cada cuadrante escriba los encabezados: "Seres Positivos," "Objetos Positivos," "Lugares Positivos," y "Actividades Positivas."
  • Bajo cada encabezado, escriba en forma de lista aquellos seres, objetos, lugares y actividades que incitan pensamientos (ideas, recuerdos, fantasías) y sentimientos (sensaciones, emociones, pasiones) agradables, placenteros, constructivos, inspiradores, relajantes, energizantes…
  • Considere incluir seres, objetos, lugares y actividades con los que no le sea posible relacionarse directamente (personas fallecidas, objetos perdidos) o regularmente (lugares distantes, actividades de temporada).
  • Bajo "Seres," puede anotar animales, plantas y personas, presentes o ausentes, con quien pudiera entablar contacto en persona o por teléfono o cartas, o mediante el pensamiento.
  • Bajo "Objetos," puede listar fotografías, libros, piezas musicales, obras de arte, juguetes, alimentos, prendas de vestir, adornos o cualquier otra cosa con valor sentimental.
  • Bajo "Lugares," puede mencionar espacios específicos tales como un mueble, rincón, parque, ciudad o país en particular, y generales, tales como playas, bosques, iglesias, teatros, o parques de diversión que pueda visitar en persona o mediante la imaginación.
  • Bajo "Actividades," escriba acciones que impactan su sentir, sean domésticas, artísticas, atléticas, mecánicas, literarias, laborales o recreacionales.
  • Al reverso de la página, repita el proceso, esta vez creando listas bajo los encabezados: "Seres Negativos," "Objetos Negativos," "Lugares Negativos," y "Actividades Negativas."
  • Reflexione sobre el proceso del ejercicio y sobre sus respuestas al contestar las siguientes preguntas.

Reflexiones

  • ¿Qué descubrió, recordó o aprendió al crear estas listas?
  • ¿Tuvo dificultades creando alguna de las listas, o respondiendo a ciertas categorías?
  • ¿Le estimuló el ejercicio a tener más contacto con lo incluido en las listas de positivos, o a abordar de alguna manera lo incluido en las listas de negativos?
  • ¿Qué reacciones emocionales agradables o desagradables evocaron este ejercicio?
  • ¿Qué pasos comenzará a tomar para regular su contacto con los elementos que tienden a animarle o desanimarle?

Manejando los Medios Masivos

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

El mundo socio-político es uno de los contextos importantes de nuestras vidas y las de nuestros niños y familias. Los tiempos históricos que vivimos afectan en menor o mayor grado nuestras experiencias, y nuestras acciones y opciones. Conozcamos cómo estamos siendo impactados por las noticias de actualidad, ¿qué pensamos, cómo nos sentimos? ¿Qué fuentes noticiosas nos animan o desaniman? Decidamos cómo tener un impacto en eventos de carácter social y político a niveles locales, regionales, nacionales, internacionales y globales, por el bienestar y progreso del mundo que heredarán nuestros niños.

Instrucciones

Este ejercicio ofrece la oportunidad de examinar nuestras experiencias en relación a eventos de actualidad notables, usualmente destacados en los noticieros. Nos invita a intentar períodos de inmersión y de retiro de los medios de comunicación y actividades relacionadas con eventos de las esferas socio-políticas. Podemos regular más consciente y deliberadamente el grado de involucramiento y participación por los que optamos. En lugar de sentirnos como una audiencia pasiva recipiente de información, podemos elegir cuándo y cómo informarnos y movilizarnos en cuanto a asuntos que conciernen a nuestro bienestar y el de nuestras familias y comunidades.

Para la experiencia de inmersión, dedique un período de tiempo (un día, un fin de semana, una semana) en el cual usted se expone deliberadamente a múltiples fuentes de información sobre eventos de actualidad, tales como periódicos, revistas de noticias, programas de radio y televisión, sitios en Internet, eventos comunitarios, y conversaciones. Involúcrese activamente participando en juntas, foros, haciendo llamadas, y escribiendo a los periódicos y a los representantes políticos electos. Tome notas mentales frecuentemente de sus pensamientos y sentimientos, y escríbalas en forma de diario.

Para la experiencia de retiro, dedique un período de tiempo (un día, un fin de semana, una semana) en el cual usted evite a propósito fuentes de información sobre eventos de actualidad, tales como periódicos, revistas de noticias, programas de radio y televisión, sitios en Internet, eventos comunitarios, y conversaciones. Minimice su contacto con personas, lugares, y situaciones relacionadas a activismo socio-político. Puede crear un retiro en su hogar, manteniéndolo libre de la influencia de los medios de comunicación. Tome notas mentales frecuentemente de sus pensamientos y sentimientos, y escríbalas en forma de diario.

Compare y contraste ambas experiencias. Las preguntas a continuación se ofrecen de guía para su reflexión.

Reflexiones

  • ¿Qué pensamientos, ideas, recuerdos y preguntas provocaron ambos períodos?
  • ¿Qué sentimientos y reacciones emocionales experimentó durante ambos períodos?
  • ¿Qué aprendió de la experiencia que puede ayudarle a regular sus niveles de exposición y participación en su entorno socio-político?

Recomendaciones

  • Pensemos y conversemos sobre lo que vemos, escuchamos y leemos.
  • Seleccionemos fuentes fiables de noticias de actualidad.
  • Preservemos una perspectiva balanceada y realista, pero que reconoce y recalca las buenas noticias, ¡para mantener cargadas nuestras pilas!

 

Luceros y Sombras del Pasado

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

Luceros de mi Pasado

Este ejercicio es una invitación a que reconozcamos los aspectos positivos de nuestra niñez, adolescencia, y adultez hasta el presente. Aún si nuestro pasado contiene mucho dolor y dificultad, hubo elementos positivos que nos han ayudado a sobrevivir hasta encontrarnos ahora en posición de desear superarnos. El identificar y utilizar estos elementos también puede servirnos a ayudar a nuestros niños a recordar los propios, y a crear nuevas experiencias positivas en su presente.

Al involucrarnos con otros adultos y con nuestros hijos, tenemos la oportunidad de facilitar experiencias y relaciones positivas que se formarán parte de sus recuerdos. Cuando recordamos lo que nos ayudó a nosotros mismos en nuestra vida, tomamos ideas que podemos aplicar a las vidas de otros en quienes tenemos influencia, especialmente en nuestros niños.

Instrucciones

Bajo cada uno de los siguientes renglones, escriba recuerdos y asociaciones positivas provocadas por los temas identificados.

Puede enfocarse en un período en particular de su vida (por ejemplo, la niñez temprana o la adolescencia), o en su pasado en general. Siéntase libre de ilustrar sus palabras con dibujos, fotografías, etc.

  • Recuerdos placenteros.
  • Acontecimientos felices significativos.
  • Lugares cómodos y/o divertidos.
  • Objetos favoritos, significativos, y/o con valor sentimental.
  • Relaciones afectuosas y/o alentadoras.
  • Experiencias de descubrimiento y crecimiento.

Reflexione sobre el proceso de generar sus anotaciones y sobre el contenido de éstas respondiendo las siguientes preguntas.

Reflexiones

  • ¿Cuán fácil o difícil se le hizo enfocarse en recuerdos positivos, en lugar de en los negativos?
  • ¿Le sorprendió alguna memoria de algo que no recordaba en mucho tiempo?
  • ¿Ha expresado su apreciación o gratitud a aquellos quienes facilitaron estas experiencias positivas de su pasado?
  • ¿Cómo puede contribuir a su vida personal el recordar las experiencias positivas de su historia?
  • ¿Cómo puede usted utilizar en la crianza de sus hijos la conciencia de sus recuerdos positivos?

Sombras de mi Pasado

Se dice que las heridas y los tropiezos nos hacen más fuertes y sabios. Este ejercicio es una invitación a que reconozcamos los aspectos negativos de nuestra niñez, adolescencia, y adultez hasta el presente. Cuando no son reconocidos, éstos pueden interferir con nuestra capacidad para distinguir nuestros asuntos personales de los de otros. El identificar y lidiar con nuestro propio dolor y sus orígenes puede servirnos al asistir a nuestros hijos con los suyos.

Se recomienda que abordemos con conciencia las sombras de nuestro pasado, de manera que podamos estar lo más sanos posibles al desempeñarnos como padres de familia.

Al relacionarnos con otros adultos y con nuestros hijos, tenemos la oportunidad de ayudar a evitar experiencias negativas que se convertirían en tristes recuerdos. Cuando recordamos lo que nos lastimó o perjudicó a nosotros mismos en nuestra vida, tomamos ideas que podemos aplicar a las vidas de aquellos cuyas vidas impactamos, particularmente las de nuestras vidas.

Instrucciones

Bajo cada uno de los siguientes renglones, escriba recuerdos y asociaciones negativas provocadas por los temas identificados.

Puede enfocarse en un período en particular de su vida (por ejemplo, la niñez temprana o la adolescencia), o en su pasado en general. Siéntase libre de ilustrar sus palabras con dibujos, fotografías, etc.

  • Recuerdos desagradables o dolorosos.
  • Acontecimientos negativos significativos.
  • Lugares incómodos o desagradables.
  • Objetos detestables o dañinos.
  • Relaciones destructivas o lastimosas.
  • Experiencias limitantes, entorpecedoras, o debilitantes.

Reflexione sobre el proceso de generar sus anotaciones y sobre el contenido de éstas respondiendo las siguientes preguntas.

Reflexiones

  • ¿Cuán fácil o difícil se le hizo enfocarse en recuerdos negativos, en lugar de en los positivos?
  • ¿Le sorprendió alguna memoria de algo que no recordaba en mucho tiempo?
  • ¿Cómo ha abordado o lidiado con las experiencias negativas de su pasado?
  • ¿Cómo puede contribuir a su vida personal el recordar las experiencias negativas de su historia?
  • ¿Cómo puede usted utilizar en la crianza de sus hijos la conciencia de sus recuerdos negativos?

Recomendaciones

  • Notemos cuando permitimos que las sombras de nuestro pasado nublan los luceros de nuestro presente y porvenir y los de nuestros hijos.
  • Enfoquemos nuestra atención deliberadamente en los luceros del pasado y presente nuestro y de nuestros hijos.
  • Facilitemos la multiplicación de luceros promoviendo en nuestras relaciones experiencias que se convertirán en recuerdos positivos.
  • Enfrentemos, encaremos, y exploremos las sombras del pasado por medio de la reflexión personal, consejería o sicoterapia, y/o prácticas espirituales, de manera que las incorporemos en nuestra historia personal y familiar sin que oscurezcan nuestros horizontes.

Niño Inseguro

Dra. Marisol,

Una vez más compartiéndole mis angustias, pero necesito su opinión. Me gustaría escuchar de usted cómo darle más fortaleza a la personalidad de mi hijo de 5 años. Es un niño noble, y sabe escuchar, pero he descubierto ciertos miedos en él, como el de dormir solo, separarse de mí en un lugar nuevo para él, el no sentir confianza en el agua o saliendo a jugar afuera de la casa. ¿Cómo puedo ayudarlo? Mi preocupación también es que, por ejemplo en el fútbol veo que los niños pelean la pelota con mayor agresividad, y mi hijo es más lento. No lo quiero presionar, pero me gustaría ver más ganas en él. Y otra cosa es que él se preocupa mucho por siempre hacer un buen trabajo dondequiera, siempre pregunta “¿hice un buen trabajo?” Quiero ver en él más independencia. Mil gracias, Doctora. Dios la llene de bendiciones.

Querida mamá lidiando con inseguridades,

Aparte de remitirte a las páginas de Guías y de Libros en www.nuestrosninos.com, en las que abordamos temas relacionados a los temperamentos y a la auto-estima, sugiero leas el libro de Rosa Barocio “Conoce tu Temperamento y Mejora tus Relaciones,” y te ofrezco las siguientes reflexiones, basadas en lo que entiendo de lo que cuentas sobre tu niño.

Demuestras que conoces, aprecias, y le prestas atención a las experiencias y necesidades de tu hijo con temperamento receptivo y reservado.

Si notas que tendencias a la timidez le limitan, continúa impulsándolo y apoyándole ante toda oportunidad de encarar situaciones intimidantes, demostrando confianza en sus capacidades, para que supere la incomodidad.

Una vez hace lo debido a pesar de haber sentido angustia, ofrécele reconocimiento, y premios en ocasiones.

Si resulta maltratado entre sus compañeros o, como al “Chavo del Ocho,” otros niños "se aprovechan de su nobleza," necesita más práctica en comunicación afirmativa, en la que declara sus preferencias y sus límites y no permite que se le abuse.

Ante sus preguntas frecuentes sobre si “hizo un buen trabajo,” recomiende le cuentes lo que ves y escuchas sobre su desempeño, sin necesariamente evaluarlo. Si bien se recomienda alentar y elogiar los esfuerzos, no queremos que el niño sienta que nuestra aprobación y afecto dependen de que logre o no éxito o excelencia en lo que intenta, especialmente al enfrentar tareas nuevas que requieren práctica. También sugiero que cuando te haga la pregunta, tras responder con tus observaciones descriptivas, le preguntes tú a él qué piensa u opina sobre el trabajo que hizo. De esta manera deja de depender exclusivamente de los criterios externos para sentirse más o menos satisfecho con su desempeño.

Para responder a las tendencias a la dependencia de los adultos de confianza, propongo que cada semana intente algo nuevo con menos o sin ayuda. Aunque, por ejemplo, los padres se mantengan presente como testigos y porristas, que sea él quien haga lo que es capaz de hacer en lugar de hacerlo por él, aunque no sea tan eficiente, o el desempeño no sea tan excelente. Su sentido de autonomía y confianza en sus capacidades valen la pena.

Finalmente, sugiero que revise las notas que escribí sobre la timidez, sobre la ansiedad de separación, etc. en las páginas de Artículos.

¡Adelante!
Dra. Marisol

 

Niña No Habla en la Escuela

Dra. Marisol,

Mi hija de 4 años habla muy bien en casa, pero en la escuela no se atreve, ni siguiera cuando la maestra le hace preguntas que ella sabe responder. Mi esposa y yo hemos leído sobre el mutismo selectivo en la biblioteca y en la Internet, tomamos una clase sobre los temperamentos de los niños, y estamos esperando cita con un sicólogo, a ver si la podemos ayudar a que hable en la escuela. Escuchamos en la radio que usted había pasado por esto en su niñez, y creemos que nos ayudaría si nos contara lo que le ayudó a hablar en público.

Estimado papá de niña calladita en la escuela,

Su hija es afortunada de tener padres motivados a ayudarla a superar los obstáculos que limitan su capacidad de comunicarse plenamente. Dado que ya han procurado orientación sobre el mutismo selectivo en fuentes escritas y electrónicas, en clases sobre los temperamentos, y que están por recibir tratamiento sicológico para su hija, basaré mis comentarios en mi experiencia personal más que profesional, de manera que utilicen lo que pueda servirles en su casa y en su caso con su niña.

En mi caso, el mutismo selectivo que manifesté por un período de tiempo en la escuela y otros contextos sociales al comenzar mi educación, no creo que se debiera a trastornos del habla y el lenguaje o a asuntos relacionados al bilingüismo, ya que me crié en un país donde hablaba español en casa, en la escuela, y en otros lugares. Tampoco creo que en mi caso el no hablar significara una manera de controlar mi entorno inmediato por percibir que no tenía suficiente poder, como parece ser el caso en algunos niños. Afortunadamente, no presencié situaciones o incidentes traumáticos que pudieran explicar por qué “perdí mi voz” temporeramente mientras me encontraba en el plantel escolar.

Sin embargo, diría que de pequeña el comienzo de la educación formal fue bastante estresante para mí, pues era tímida por temperamento. Ya que mi abuelita me había enseñado a leer mientras me cuidaba, en lugar de asistir al preescolar o al Kindergarten, me ubicaron en primer grado antes de que cumpliera 5 años. Aunque estaba lista en términos académicos, no estaba preparada emocional ni socialmente para la experiencia. Me sentía intimidada e insegura al no estar con mi familia, por lo que permanecía en silencio hasta que llegaba a casa.

Como imagino ustedes lo hacen ya como padres de familia, aliento a los adultos interesados en apoyar a los niños que parecen sentirse más cómodos en silencio a que persistan al animarlos a comunicar sus necesidades, deseos y experiencias de maneras verbales y no verbales. Tanto mi experiencia personal como consulta profesional me han enseñado que el ignorar, comparar, intimidar, amenazar o chantajear a los niños con mutismo selectivo no les ayuda a superar la ansiedad que limita su comunicación con palabras.

Algunos de los acercamientos que sí tienden a ayudar son: el unirse al niño en sus maneras de comunicarse, para así desarrollar o reforzar la conexión con él; retar a los niños de formas gentiles y juguetonas a que hable mientras se le expone gradualmente a situaciones en las que por lo general no habla (alterando los lugares, testigos, y enseñándole al niño lenguaje de señas); fomentar sensación de seguridad en los entornos en los que se desenvuelve el niño, no tolerando la burla o la intimidación; y comunicándole confianza y esperanza al niño en su habilidad de usar su voz, aún cuando se le haga incómodo inicialmente.

Para los niños cuyo mutismo selectivo tiene orígenes diferentes, diferentes modalidades e intervenciones terapéuticas serían pertinentes, incluyendo aquellas que tratan los trastornos de habla y de lenguaje y los trastornos de ansiedad, inclusive el trastorno de ansiedad debido a sucesos traumáticos.

Si bien el mutismo selectivo puede ser angustiante para el niño y para sus padres y educadores, cuando se interviene temprano y consistentemente se logra la recuperación total. Cuando yo era niña, otros niños se reían de mí en el autobús escolar y en la escuela, llamándome “Conversación” porque no me oían hablar. ¡Si supieran ahora que paso la mayor parte de mi tiempo hablando en sicoterapia, enseñando, en tarimas y ante micrófonos, usando mi voz para conversar!

Dra. Marisol

¿ADHD, Obsesiones, Compulsiones?

Dra. Marisol,

Mi hija de ocho años, a quien le diagnosticaron ADHD, ahora también está obsesiva y compulsiva, ¡y me está volviendo loca a mí! No deja de hablar de lo mismo y hacer lo mismo todo el tiempo. Agradeceré cualquier guía que pueda ofrecernos.

Estimada Madre Estresada,

Primero, tratemos de identificar los síntomas. Ayuda notar cuándo comenzó, aumentó o disminuyó cada síntoma, y las circunstancias que preceden y rodean al síntoma. Suena que el síntoma principal al que se refiere son los pensamientos obsesivos, reflejados en verbalizaciones asociadas. Todos nos empecinamos en ciertas ideas, mas debemos prestarle atención si el pensamiento es constante, persistente y/o causa ansiedad o consecuencias adversas en nuestro entorno.

¿Cuál es el contenido de los pensamientos de su hija (basado en lo que habla)? Las obsesiones comúnmente son ideas rígidas, a veces irracionales, que vienen a la mente como intrusas, sin precipitantes obvios.

No tengo claro si su hija también exhibe actos compulsivos como tal, aunque menciona que quiere hacer ciertas actividades todo el tiempo. Muchos niños y adultos desean hacer repetidamente lo que disfrutan o aquello que interesan aprender a hacer mejor. ¿Se refiere a que su niña manifiesta conductas repetitivas con el propósito de aliviar la ansiedad provocada por el pensamiento obsesivo (tal como evitar que suceda algo malo), o que nada más quiere hacer lo que disfruta? Es muy distinto la conducta de contar todo para practicar o lucir destrezas matemáticas, que el hacerlo como manera de prevenir que acontezca una desgracia.

Por lo que dice, suena que la frecuencia e intensidad de estos síntomas le están agobiando a usted, ¿también se queja su hija, o parece cómoda con ellos hasta que intenta usted reducirlos o eliminarlos? Creo que vale la pena prestarle atención a esto, ya que a veces en nuestro desespero no nos percatamos de que el niño también está angustiado pero no logra controlar los síntomas que molestan a los demás...

Para recomendar intervenciones que pudieran ser efectivas, ayuda el entender el por qué de los síntomas. Si bien se piensa que las obsesiones y compulsiones son manifestaciones de ansiedad (causada por x o y fuentes de tensión en la vida de la persona), también pueden aparecer como reacciones siconeurológicas a desbalances bioquímicos, incluyendo la ausencia, presencia o cantidad de ciertos neurotransmisores y/o medicamentos psicotrópicos.

Sobre el ADHD, y sobre el manejo de conductas infantiles difíciles de manejar, sin duda recomiendo el sitio y el libro de la eminencia al respecto con niños Latinos, con quien estudié hace 25 años, el Dr. José J. Bauermeister. El libro se llama Hiperactivo, Impulsivo, Distraído, ¿Me conoces?: Guía acerca del Déficit Atencional para Padres, Maestros y Profesionales, y la segunda edición salió en el año 2008.

Muchas personas presentan síntomas tanto de ADHD como de trastornos de ansiedad, inclusive obsesiones y compulsiones, y los tratamientos médicos y terapéuticos deben considerar ambas condiciones.

Espero que el médico que diagnostica y receta los medicamentos para su hija también reciba y responda a las preguntas y preocupaciones suyas, y que tengan a su disposición estrategias conductuales para manejar los comportamientos problemáticos, así como el apoyo emocional para seguir adelante sin permitir que los síntomas, sean de ADHD, de Trastorno Obsesivo Compulsivo, o de cualquier otro trastornen ni a su querida hija, ni a sus dedicados padres, ni a los maestros que les corresponda guiar su educación.

He aprendido que la manera más poderosa de ayudar a los niños es apoyando a sus padres, pues aunque nos vuelven locos, nos necesitan cuerdos... Cuídese y consiéntase, con conciencia y calma, que el camino es largo, y la meta vale la pena.

Dra. Marisol

Mi Esposo Me Maltrata

Dra. Marisol,

Necesito un consejo y ayuda. Soy casada por más de 16 años pero he vivido un matrimonio no muy bueno pues mi esposo me ha pegado, me ha abusado mentalmente, físicamente, moralmente y en la intimidad también. Después que llamé a la policía él cambió un poco, pero sólo fue por un tiempo... No me ha pegado desde hace más de 2 años, le di la oportunidad que cambiara y fuimos a un retiro para parejas. Pero me dice que no soy una buena madre, ni una buena esposa y muchas cosas más…

Estimada Esposa Maltratada,

Nos apena saber que lleva tiempo viviendo situaciones difíciles y dolorosas en su hogar, mas le felicitamos por continuar esforzándose y procurando guías para mejorar su situación personal y familiar. Le agradecemos en nombre de sus hijos que no desista...

En primer lugar, cuando se sienta que la vida o seguridad suya o de sus hijos esté en peligro, no dude en llamar otra vez a la policía y pedir ayuda. En las páginas de Recursos y de Consejos en www.nuestrosninos.com listamos organizaciones, grupos, libros, sitios en Internet, y guías que pueden servirle.

Aparte y además del apoyo espiritual y fraternal que encuentre en su iglesia y retiros y grupos conyugales, recomiendo que considere ayuda profesional/consejería de salud emocional individual.

Por su teléfono sé que vive en California. Le sugiero que llame al 211 y pregunte sobre recursos de terapia en su área. También pudiera preguntar en su clínica comunitaria y en la escuela o guardería a donde asisten sus hijos.

Si nos deja saber su dirección postal, con gusto le enviamos por correo hojas informativas y un CD en español sobre cómo tener relaciones sanas y egalitarias.

De parte de nuestro equipo de trabajo, reciba nuestro reconocimiento y aliento.

Dra. Marisol

Conductas Sexuales

Dra. Marisol,
Me preocupa mi niña de cuatro años. Un día la dejé en casa de mi prima, y cuando estaban durmiendo tocó a su primita en su partecita. Por eso me tiene muy alarmada. Yo platico con ella, pero no me quiere decir nada. No sé cómo hablarle. Mi hija no ve malos ejemplos en mi casa, y ella tiene su habitación. Yo reviso la partecita de mi hija todos los días, y está cerrada, normal. Me siento muy angustiada, pues tengo que trabajar. Sólo la doy a cuidarla uno o dos días a la semana por tres horas. Por favor, me preocupa esta situación.

Estimada Mamá Angustiada,
En nombre de su hijita, gracias por procurar guías para su salud y bienestar...

Antes que nada, le sugiero que presente al pediatra que conozca a su niña y pueda examinarla directamente, toda pregunta o preocupación que tenga sobre su desarrollo, salud y comportamiento.

Para abordar cualquier conducta potencialmente sintomática o problemática, es importante entender por qué se suscita. No es típico para una niña de cuatro años que insista en tocar a otros niños en sus partes privadas. Si tiene usted motivo para pensar que su niña ha estado expuesta a estimulación sexual inapropiada por parte de algún adulto o niño, es crucial abordar este asunto.

No dude en procurar asesoramiento profesional, para evitar que se consolide o complique la situación. Existen profesionales y organizaciones dedicados a la evaluación y tratamiento de la salud sexual de los niños, hayan sido abusados sexualmente o no. Éstos se aseguran de ayudar a los padres a que los niños no sean victimizados, mientras ayudan a los niños a procesar sus experiencias por medio del juego, el arte, y la educación. Aparte de su pediatra, puede consultar con el equipo de servicios a niños y familias, parte del departamento de servicios sociales de su condado para que le orienten a dónde llamar o presentarse.

Si desea que le enviemos por correo postal una copia de un folleto que discute los comportamientos sexuales que son normales o de preocuparse según las etapas del desarrollo del niño, déjenos saber a dónde se lo mandamos.

También comuníquese con nosotros otra vez si desea sugerencias de libros que ayudan a las familias a abordar de manera sana asuntos relacionados a la sexualidad. Entre ellos, cabe recomendar la colección traducida al español de los libros ilustrados de Robie Harris.

Los mejores deseos con su familia...
Dra. Marisol
 

Trauma y Niños

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

Desafortunadamente, muchos hemos experimentado sucesos tales como fuegos, terremotos, huracanes, accidentes, y encuentros con la violencia comunitaria y con el abuso de las autoridades.  

Actualmente en los EEUU existe un clima de temor en las familias inmigrantes, y los niños sufren al temer lo que puede sucederle a sus seres queridos.

Debemos estar preparados para manejar nuestras reacciones en tiempos difíciles para poder estar disponibles para nuestros niños, quienes cuentan con nosotros para protegerles y enseñarles a lidiar con sus propias reacciones.

Sugerencias

  • Esté al tanto de sus emociones, tome un minuto para calmarse, y responda a los niños de manera sensata y honesta.  Si está sobrecargado por sus emociones, encuentre a un adulto con quien hablar.
  • Usted tal vez tenga una expresión de preocupación en su rostro, o esté llorando.  En cuanto pueda, dirija su atención a lo que necesitan los niños.  Comunique calma y seguridad con su voz y con sus gestos.
  • Los niños quieren saber que están a salvo. Figure lo que les va a decir que los confortará.  Puede decirle, “Haré todo lo posible para protegerte.”
  • Hablen sobre la situación en cuestión, basados en el nivel de comprensión y la sensibilidad de cada niño.  Mantenga sus explicaciones simples.  Ofrezca información que clarifique los hechos.  Escuche lo que los niños se dicen entre sí.
  • Si los niños ven personas gritando, peleando o llorando y sienten temor, retírelos de la situación lo antes posible, afirme sus sentimientos, y hablen sobre lo que aconteció.
  • Siempre pregúntele a los niños lo que ya saben o creen.  Tal vez tengan que empezar la conversación corrigiendo información incorrecta.
  • Discuta con sus niños lo que hacen en casa y en la escuela para ayudarles a mantenerse a salvo.  Repase las rutinas de seguridad en casos de terremoto o fuego.  Enséñele a los niños un plan de emergencia, incluyendo que aprendan su nombre complete, su teléfono, y lugares seguros a donde ir en su hogar y en su vecindario.
  • Observe a sus niños jugar.  Algunos niños demostrarán en el Juego lo que les ha impactado. Usen arte, música o el escribir para expresar sus sentimientos.  Lean libros, salgan a caminar, y noten lo sano y hermoso en su entorno.
  • Enséñele a sus niños una escala del 0 al 10 en la que el 0 representa un día muy malo, y el 10 representa un día muy bueno.  De esta manera puede tener una idea de qué tal están pasando cada día.  Pregúnteles qué pueden hacer para hacer que su día suba de número.
  • Si su familia está lidiando con problemas serios o pérdidas, procure consejería.

Cuando ocurra un suceso difícil o traumático, trate de permanecer alerta, calmado, y respetuoso de los demás.  Sus niños le están observando, y aprenderán de sus actos aún más que de sus palabras.

Recurso

  • “Muy Malas Noticias” por Marisol Muñoz-Kiehne (www.centering.org)  

 

Timidez en la Niñez

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

La timidez en sí misma no es problemática o patológica, mas puede llegar a serlo cuando causa malestar o ansiedad excesiva, o cuando persiste a través del tiempo y de los contextos. La timidez también puede entorpecer el desarrollo infantil sano al interferir con las relaciones sociales y el desempeño académico.

Los niños tímidos tienden a ser ansiosos, pero pueden crecer felices y exitosos. Entendamos y atendamos a nuestros niños tímidos, para que así sea.

Características

  1. Les toma tiempo entrar en calor, desarrollar confianza.
  2. Se sienten inseguros y vulnerables, incómodos con personas y/o en lugares desconocidos.
  3. Tratan de evitar el hablar, y ciertas personas, lugares, o situaciones sociales.
  4. Tienen dificultades expresando sus pensamientos y sentimientos.
  5. No manifiestan sus talentos y potencialidades.
  6. Sufren achaques físicos relacionados al estrés.
  7. Prefieren estar solos y no toman la iniciativa para hacer amistades.
  8. Se apegan a sus adultos de confianza.
  9. Tienen concepto bajo de si mismos y son sensibles a la crítica.
  10. Sucumben ante la intimidación y se les dificulta pedir ayuda.

Causas

  1. La ansiedad ante la separación, etapa normal en el desarrollo infantil.
  2. La ansiedad hacia los desconocidos, fase transitoria en el desarrollo infantil.
  3. Predisposición genética a heredar la inclinación hacia la timidez.
  4. Diferencias temperamentales naturales.
  5. Conductas aprendidas por imitación mediante el ejemplo de modelos tímidos.
  6. Secuela del haber experimentado crítica y/o burla.
  7. Falta de experiencia practicando conductas alternas.
  8. Ambientes familiares de sobreprotección y aislamiento social.
  9. Respuesta al descuido, a la negligencia.
  10. Amenazas y disciplina severa generan inseguridad y timidez.

¿Qué Decir?

  1. Te amo y te acepto tal cual eres.
  2. Hay tiempo para todo: tiempo a solas, y tiempo en compañía.
  3. Voy a ayudarte a que te sientas más cómodo y sobreponerte a la timidez que te limita.
  4. Sé que es difícil para ti, y sé que puedes hacerlo.
  5. Aunque te sea incómodo, te sentirás mejor una vez lo hagas.

¿Qué Hacer?

  1. Responder a las conductas tímidas con paciencia, respeto, comprensión, y compasión.
  2. Prestar atención a lo que el niño hace y no hace, cuándo, dónde, y con quién.
  3. Exponer al niño gradualmente a personas y situaciones seguras.
  4. Acordar citas para jugar con niños de familias de confianza.
  5. Elogiar los comportamientos, esfuerzos, acercamientos, cambios, y logros.
  6. Enfatizar las capacidades y habilidades del niño, e inscribirle en clases relacionadas.
  7. Usar juegos para enseñar destrezas sociales.
  8. Dar al niño responsabilidades razonables a cumplir, y alentar, animar, ayudar, y apoyarle en la toma de decisiones.
  9. Coordinar con maestros y otros adultos que muestren atención y cariño al niño.
  10. Consultar consejeros o sicólogos y leer libros e información por Internet.

¿Qué Evitar?

  1. Llamar al niño “tímido,” o permitir que otras personas lo hagan.
  2. Ridiculizar o burlarse del niño, o permitir que otras personas lo hagan.
  3. Presionar al niño a la fuerza a enfrentar las situaciones angustiantes.
  4. Hablar por el niño.
  5. Comparar al niño con otros.

Si bien no son comunes las transformaciones drásticas de niños tímidos con temperamento introvertido a niños gregarios con personalidad extrovertida, los niños callados y reservados pueden llegar a sentirse seguros de sí mismos, más cómodos en situaciones sociales, más dispuestos a manifestarse, y florecer mostrando sus destrezas y talentos.

 

Temores Infantiles

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

El temor es la percepción de una amenaza, sea real o imaginada. Los miedos infantiles son parte normal y útil del crecimiento de los niños, ya que les conducen a tomar precauciones ante posibles peligros o evitar situaciones que puedan lastimarlos.

Todos hemos tenido y tenemos temores. De hecho, los temores de los niños a menudo reflejan los temores de los adultos a su alrededor.

Ciertos temores son comunes en las distintas etapas del desarrollo infantil. Los bebés reaccionan con miedo ante estímulos sensoriales intensos, tales como los sonidos fuertes. Cerca del primer año muestran miedo a personas y lugares desconocidos. Los niños pequeños a menudo exhiben miedo al abandono de sus padres, a la oscuridad, a los insectos o a otros animales, y a monstruos y otros seres imaginarios. Los preadolescentes y adolescentes temen a los accidentes, a las catástrofes naturales, a la muerte, y a ser lastimados, rechazados, o ridiculizados.

Hay miedos comunes que se disipan con el pasar del tiempo y sin mucha intervención, y hay miedos sintomáticos de otros problemas o trastornos que pueden requerir ayuda profesional. Las fobias son temores irracionales muy intensos y angustiantes que pueden incapacitar si limitan las actividades cotidianas del niño. Por ejemplo, las fobias a las situaciones sociales o a la escuela interfieren con el desenvolvimiento interpersonal y educacional del niño.

Las diferencias individuales también juegan un papel notable en los temores infantiles. Hay niños que son más temerosos o más osados dados su temperamento y personalidad. Además, los niños difieren entre sí en cuanto a cómo manifiestan sus temores. Si bien algunos niños admiten sentir miedo, otros no lo comunican con palabras sino al evitar las situaciones temidas.

Cuando entendemos y atendemos los miedos de nuestros niños, esto les ayudará a enfrentarlos y superarlos. He aquí unas 10 guías:

  1. Hablar sobre los temores, incluyendo los de nuestra niñez, y ofrecer explicaciones sencillas.
  2. Comunicar calma, control, cariño, consuelo, confianza, comprensión, y protección.
  3. Proteger sin sobreproteger, sirviendo de ejemplo al tomar precauciones y riesgos.
  4. Premiar los esfuerzos por enfrentar y superar los temores.
  5. Acompañar y alentar acercamientos a las situaciones temidas.
  6. Exponer al niño a lo temido poco a poco, progresivamente, de forma gradual.
  7. No obligar a enfrentar las experiencias temidas súbitamente.
  8. Evitar programas de TV, películas y juegos que despierten o agudicen temores.
  9. No burlar, ridiculizar, avergonzar, asustar a la hora de disciplinar, y aumentar los temores de los niños con los nuestros.
  10. Consultar pediatras o terapeutas si los temores son muchos, intensos, persistentes, interrumpen el desarrollo, o limitan la vida diaria del niño.

Recordemos que lo temido siempre es real para quien lo teme. Cuando nuestros niños se sientan asustados, atemorizados, aterrorizados o espantados, que nos sientan a su lado. Distingamos los temores comunes y simples de los temores sintomáticos. Y ayudémosles a enfrentar y superar sus miedos procurando ayuda si fuera necesario.

Salud Mental Infantil

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

El cerebro es parte del cuerpo.  También puede enfermarse.

(Tomado de un anuncio de la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales)

Nuestras mentes, como nuestros cuerpos, se pueden enfermar y necesitar atención y tratamiento.  El diario vivir está lleno de dificultades que amenazan la salud mental infantil y juvenil; de hecho, hoy en día los niños y adolescentes crecen bajo grandes presiones.

Los temores, la tristeza, y el estrés son experiencias que constituyen parte de la vida.  Algunos individuos, grandes y chicos, también desarrollan trastornos de ansiedad, depresión y adicciones para los cuales existe ayuda sicológica efectiva. Las enfermedades mentales persistentes, tales como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, son causadas por desequilibrios químicos en el sistema nervioso y requieren tratamiento médico.

La salud física, emocional, y social infantil y juvenil depende en gran medida de la salud mental.  Cuando los niños no están mentalmente sanos, sus cuerpos se enferman, sus relaciones sufren, y su capacidad de aprender se deteriora. Y cuando la salud mental de un miembro de la familia falla, especialmente si se trata de los padres o encargados de los niños, los pequeños pueden ser afectados significativamente.  Una de las mejores maneras de promover la salud mental infantil es atendiendo la salud mental de sus padres y encargados.

El estrés puede causar o empeorar enfermedades, y provocar problemas familiares, ocupacionales y sociales.  Las adicciones son destructivas a la salud y bienestar del directamente afectado y de sus seres queridos. La depresión es un trastorno emocional tan frecuente como incapacitante, y hasta puede llevar al suicidio.

Depresión Infantil y Juvenil

Lamentablemente, la depresión en niños y adolescentes es más común de lo que pensamos.  Sin embargo, a menudo no se detecta o trata temprano porque puede manifestarse de manera diferente a la típica en la adultez.

Síntomas

  • Tristeza o irritabilidad persistentes
  • Pérdida de interés en actividades favoritas
  • Falta de energía, agotamiento
  • Malestar, achaques y dolores
  • Cambios en el comer (tales como falta o aumento en el apetito)
  • Cambios en el dormir (inclusive insomnio, dormir demasiado, y pesadillas)
  • Deterioro en el desempeño académico
  • Dificultades en las relaciones con otros
  • Aislamiento
  • Problemas de concentración
  • Sentido de culpabilidad
  • Preocupación persistente
  • Desesperanza
  • Ideas autodestructivas (pensamientos sobre la muerte y el suicidio)
  • Actos autodestructivos (conductas arriesgadas, gestos e intentos suicidas)

Causas y Efectos

  • La depresión afecta a niños y a niñas, aún desde temprana edad.
  • Los episodios depresivos son precipitados por una combinación de factores.
  • Algunos factores bioquímicos son las predisposiciones heredadas (la depresión tiende a correr en familias) y los desequilibrios hormonales.
  • Algunos factores psicosociales son los problemas familiares, las presiones escolares, los conflictos sociales, y el haber sufrido pérdidas significativas.
  • Las repercusiones de la depresión impactan el aprovechamiento académico, las relaciones interpersonales, y el sentido de amor propio, hasta el punto de desear morir y hacer intentos suicidas.
  • En busca de alivio para el malestar de la depresión, a veces se recurre al alcohol y a las drogas, complicando aún más la situación.

Tratamientos

  • En California existen fuentes profesionales de salud mental para todo niño y joven, sin importar su situación migratoria.
  • Los sicólogos (licenciados con títulos de PhD o PsyD), terapistas de parejas y familias (con licencia MFT), y trabajadores sociales clínicos licenciados (siglas profesionales LCSW) ofrecen terapias y consejería individual, familiar, y grupal.
  • Los pediatras y siquiatras de niños y adolescentes, siendo médicos, pueden recetar medicinas.
  • El tratamiento puede tener lugar mientras el niño o adolescente vive en su hogar, o en hospitales o instituciones residenciales si necesitan intervención intensiva y supervisión profesional mientras se estabiliza su condición emocional.
  • Si el niño o joven tiene seguro Medi-Cal, califica para evaluación y tratamiento de salud mental gratuitos.  Los padres deben llamar a su oficina de Medi-Cal o preguntar en su clínica de salud.
  • En California, si el niño o joven tiene un plan individualizado de educación (IEP, por sus siglas en inglés), tiene derecho a asesoramiento y seguimiento gratuito por medio del programa AB3632.  Los padres de familia deben procurar orientación en su escuela o distrito escolar.
  • Los planes de seguro de salud incluyen beneficios de salud mental o siquiatría, los cuales se traducen en tratamientos sicológicos y médicos.  Los padres de familia deben informarse llamando a su representante.

Guías para fomentar la salud mental

  • Enseñar a los niños a reconocer y manejar sus emociones
  • Cultivar las buenas relaciones
  • Identificar y tratar las adicciones
  • Evitar las malas influencias y la violencia
  • Procurar apoyo mutuo y ayuda profesional
  • Hacer ejercicio diariamente
  • Comer alimentos sanos y con moderación
  • Evitar la nicotina, el alcohol, y las drogas ilícitas
  • Desarrollar cualidades de optimismo, sentido del humor, y flexibilidad
  • Tomar descansos frecuentemente, en lugares tranquilos y seguros
  • Aprender las siguientes técnicas simples, económicas, y efectivas:
  • Respirar profundamente desde el abdomen
  • Relajar los músculos (tensar y relajar grupos de músculos en secuencia)
  • Visualizar (incluyendo todos los sentidos, crear imágenes mentales positivas, de bienestar y éxito)
  • Meditar (calmar el cuerpo y la mente mientras nos concentramos en la respiración, o en una palabra, frase o imagen)
    • Practicar pasatiempos, pues son antídotos para los trastornos mentale
    • Tocar y escuchar música, bailar
    • Contemplar y crear obras de arte
    • Dedicar tiempo a labores relajantes (jardinería, manualidades, mecánica)
    • Leer y ver programas y películas con temas constructivos e inspiradores
    • Cambiar de ambiente saliendo a pasear frecuentemente

Organizaciones

  • ACCESS Salud Mental (888) 678-7277, (800) 491-9099
  • Alianza Nacional para los Enfermos Mentales. Asociación nacional con recursos y servicio de información y referencia. Tienen recursos en español. (800) 950-NAMI. www.nami.orgAsociación Nacional de la Salud Mental. (800) 969-6642. www.nmha.org
  • Línea para prevenir el suicidio: (800) SUICIDE, (800) 784-2433
  • Línea para familias con estrés:  (800) 829-3777
  • Línea de información y referidos en crisis: (800) 543-7283
  • Líneas para jóvenes: (800) 843-5200, (800) 637-0701, (800) 999-9999

Libros

  • Aspectos preventivos en salud mental (Gerald Caplan)
  • Cómo criar niños emocionalmente sanos: Satisfaciendo sus cinco necesidades vitales ¡y también las de los padres! (Gerald Newmark)
  • Guía práctica de la salud emocional (R. Calle)
  • La salud emocional de los niños (L. Shapiro)
  • La salud mental también se aprende (Marisol Fontecha Fresno)
  • Las múltiples caras de la depresión en niños y adolescentes: Revisiones en psiquiatría (David Shaffer y Bruce Waslick)
  • Nuestra salud mental (Roberto Federico)

Sitios

Centro de Apoyo Sitio de la Asociación Americana de Psicología, con información en español sobre temas relacionados a la salud mental y emocional.

aacap.org Sitio de la Academia Americana de Psiquiatría de Niños y Adolescentes. Tiene sección en español con hojas informativas sobre condiciones de salud mental que afectan a los niños y adolescentes.

espanolnami.org Sitio de la Alianza Nacional para los Enfermos Mentales. La sección en español contiene recursos, línea de ayuda, foros y grupos de discusión.

www.nmha.org Sitio de la Asociación Nacional de la Salud Mental.  Incluye hojas informativas en español.

Romanticismo en la Realidad

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

A muchos se nos hace difícil sacar tiempo para dormir, y más aún para cenas románticas o relaciones sexuales con su pareja. Aunque no sea fácil, el prestarle atención a las relaciones íntimas entre adultos es un regalo valioso para usted, para sus hijos si son padres de familia.

Ya que aproximadamente el 50% de los matrimonios terminan en divorcio, piensen seriamente sobre cómo pueden permanecer vinculados y enamorados. Muchas veces sentimos que el romance no tiene lugar cuando estamos cansados, estresados, o no nos sentimos atractivos.

Pregunta: Una madre de dos niños pequeños dice “Estoy exhausta y me preocupa que nunca tendré la energía para revivir el romance en mi matrimonio. ¿Tienen sugerencias para nosotros?"

Respuesta: He aquí algunas ideas que le han funcionado a otras parejas.

  • Hagan una cita y pónganla en su calendario con otros compromisos. Si no lo hacen, las responsabilidades del diario vivir y las necesidades de sus hijos desplazarán el tiempo a solas con su pareja.
  • Haga arreglos para encargar a sus hijos con familiares o amistades, para que pueda estar a solas con su pareja. Puede hacer esto durante el fin de semana por el día, cuando no sienta mucho cansancio. Una manera de hacer esto es encontrar a alguien con niños e intercambiar fines de semana cuidando los niños por unas horas. Tendrán cuidado infantil gratis dos veces al mes.
  • Envíele a su pareja mensajes telefónicos o electrónicos diciéndole cuánto le extraña, y que está anticipando verle.
  • Cuando estén juntos, dediquen tiempo a escucharse y conversar. No pasen todo el tiempo hablando sobre los niños o sobre el auto descompuesto.
  • Si no se siente con deseos de actividad sexual, traten darse masajes de la espalda o sobos en los pies. Muchas veces lo que se desea es el contacto íntimo, no el sexo.
  • Cuídese a sí mismo para propiciar deseos románticos. Piense sobre lo que le hace sentir bien, y ponga como prioridad sacar tiempo para dormir, ejercitarse, o conseguir un ajuar especial.
  • Bese a su pareja cuando se encuentren, aún tras un día de trabajo. Recuerde reconocerle positivamente, por ejemplo diciéndole, “Cielo, gracias por una cena tan deliciosa.”

La salud emocional de su pareja y familia depende en parte de cómo usted balancea sus necesidades con las necesidades de sus hijos. Mejorar la vida romántica de la pareja les hace bien a todos.

El Día del Amor y la Amistad es un buen día para decir “Te amo,” pero su pareja agradecerá su atención amorosa durante todo el año.

 

Propósitos Productivos

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

“De ahora en adelante…” “Nunca más…” Muchos aprovechamos el principio de año para declarar nuestras intenciones sobre lo que deseamos cambiar o mejorar en nuestras vidas. Hacemos propósitos de empezar hábitos constructivos, y terminar los destructivos. Fijamos metas a corto y a largo plazo, y trazamos planes dirigidos al alcance de estas metas. Pensando en nuestro bienestar, y en el de nuestros niños y familias, hacemos promesas, con la mejor intención de cumplirlas. Mas son pocos los que logran mantener las llamadas resoluciones de año nuevo. “El infierno está lleno de buenas intenciones.”

“Lo que mucho vale, mucho cuesta.” No es nada fácil hacer cambios. El desarrollo de un hábito conlleva un mínimo de 21 días consecutivos. Toma un promedio de siete intentos serios el poder dejar un hábito establecido. Cuando de adicciones se trata, es aún más difícil.

“Sí se puede.” Con determinación, persistencia, apoyo, y ayuda profesional como impulso cuando sea pertinente, podemos convertir nuestras intenciones en acciones, y alcanzar nuestras metas.

“Lo prometido es deuda.” Tomemos conciencia de lo que deseamos cambiar, y decidamos comprometernos a resoluciones positivas como las siguientes.

Para la Salud Física

  • Más frutas y verduras
  • Menos comida chatarra
  • Ejercicio diario
  • Suficiente descanso
  • Reducir o eliminar alcohol, cigarro, y otras sustancias dañinas

Para el Funcionamiento Mental

  • Leer a diario
  • Practicar idiomas
  • Practicar destrezas artísticas, musicales, atléticas, técnicas, mecánicas
  • Visitar lugares educativos (bibliotecas, museos, teatros, naturaleza)
  • Reducir actividades pasivas (televisión)

Para el Bienestar Emocional

  • Expresar afecto diariamente
  • Dedicarle a cada niño tiempo especial regularmente
  • Pasar tiempo divertido con la familia regularmente
  • Reducir la desorganización en el hogar
  • Eliminar los comportamientos abusivos y la violencia

“El que mucho abarca, poco aprieta.” Comenzar emprendiendo pocos cambios simultáneamente, e ir aumentando según los nuevos hábitos se vayan cimentando.

“Las palabras se las lleva el viento.” Es importante tomar acción. Decidir tomar medidas específicas y realistas que podamos llevar a cabo regularmente, integradas a nuestro diario vivir. Sentar metas diarias, semanales, mensuales, según sea apropiado.

Identificar las circunstancias que facilitan e impulsan y las que obstaculizan o impiden el mantenernos fiel a nuestras intenciones. Aumentar la presencia de los factores facilitadores, y evitar las personas, lugares y situaciones que interfieren con nuestros propósitos.

“La fe mueve montañas.” Buscar inspiración y ánimo, para fortalecer la determinación. Mantener la meta en la mirilla y conservar una actitud optimista. Celebrar cuando nos comportamos de acuerdo a nuestros propósitos, y las aproximaciones a nuestras metas.

“Paso a paso, se llega lejos.” La persistencia paga. Habrá obstáculos, deslices, y recaídas. Lo crucial es coger impulso, y volver a emprender la marcha. “Para atrás, ni para coger impulso.”

 

Perspectivas Positivas

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

Todos los días traen buenas y malas noticias a nivel personal, familiar, local, nacional, y mundial.  Cuando enfocamos nuestra atención principal o exclusivamente en las dificultades, las tragedias y la adversidad, es como cuando vemos el vaso que está lleno hasta la mitad como medio vacío.  Podemos percibir el mismo vaso como medio lleno al reconocer los eventos y las posibilidades favorables que nos ofrece cada día.  

Las perspectivas pesimistas producen impotencia, depresión, y parálisis; las perspectivas optimistas nos hacen sentir capaces de tomar acción para lidiar con los problemas.  Propongámonos asumir puntos de vistas positivos, y sirvámosles de ejemplo a nuestros niños, para que aprendan a reconocer que si bien la vida presenta malas noticias y problemas, también ofrece buenas noticias y oportunidades.

Guías

  • Vivir un día a la vez- “me concentro en el presente”
  • Recordar que todo pasa- “no hay mal que dure cien años”
  • Aceptar lo que no podemos cambiar y actuar sobre lo que podemos influenciar- “si tu mal no tiene cura, ¿por qué te apuras?  y si la tiene, ¿por qué te apuras?”
  • Diferenciar entre necesidades y preferencias- “¿lo necesito, o lo deseo?”
  • Perdonarnos y tenernos paciencia- “soy humano”
  • Pensar con flexibilidad y creatividad- “será de otra manera”
  • Motivarnos y felicitarnos por nuestros esfuerzos- “¡ánimo, adelante!”
  • En lugar de fracaso, negatividad y peligros, aprovechar las lecciones- “¿qué puedo aprender de esta situación?,” “quizás salga algo bueno de todo esto”
  • Buscar el humor, lo irónico o absurdo en la situación, y sonreír frecuentemente- “a mal tiempo, buena cara”
  • Prepararnos para lo peor (por si acaso), pero esperar lo mejor
  • Contar y compartir nuestras bendiciones- “las cosas pudieran ser mucho peor”
  • Mantener la fe- “¡que no muera la esperanza!”
  • Reemplazar mensajes negativos por positivos- “¡sí se puede!”

Libros

  • Muy Malas Noticias/Big Bad News (Marisol Muñoz-Kiehne)
  • Sopa de Pollo para el Alma de los Niños: Relatos de valor, esperanza y alegría (Jack Canfield, Mark Victor Hansen, Hansen Patty, Dunlap Irene)
  • Sopa de Pollo para el Alma del Adolescente: Relatos sobre la vida, el amor y el aprendizaje (Jack Canfield, Mark Victor Hansen, Kimberly Kirberger)
  • Sopa de Pollo para el Alma de los Padres : Relatos sobre el amor, el aprendizaje y la condición de los padres (Jack Canfield, Mark Victor Hansen, Kimberly Kirberger, Raymond Aaron)

Mutismo Selectivo

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

Tal vez porque he mencionado en la radio que de niña padecí de mutismo selectivo, a menudo recibo llamadas, mensajes, y visitas en mi consulta de padres y maestros, preguntando preocupados qué hacer para entender y ayudar a los niños quienes, siendo capaces de hablar en casa, no se atreven a hablar en lugares públicos, inclusive la escuela.

El mutismo selectivo se considera un trastorno sicológico/siquiátrico usualmente evidente en la niñez, el cual puede producir no sólo angustia en los niños que lo manifiestan, sino que puede interrumpir su desarrollo social y su progreso escolar. Por esto amerita entender el fenómeno, para prevenirlo o abordarlo y resolverlo, mientras antes, mejor.

¿Qué lo Antecede?

En gran parte de los casos de mutismo selectivos se encuentran presentes uno o más de los siguientes factores:

  1. Disturbios del habla, tales como errores de articulación y pronunciación.
  2. Problemas del lenguaje, comunes en niños que están aprendiendo más de un idioma.
  3. Percepción de no tener poder personal; el silencio se interpreta como una manera de ejercer control sobre otras personas en su entorno inmediato.
  4. Historial de haber presenciado o experimentado sucesos traumáticos que producen un retroceso en el desarrollo infantil (por ejemplo, presenciar violencia familiar o ser víctima de abuso físico, emocional o sexual).
  5. Cambios y transiciones estresantes, como lo es el comienzo de la escuela en niños que no están preparados emocional o socialmente.

¿Qué no Ayuda?

A veces con las mejores intenciones los adultos se equivocan al tratar de hacer hablar a los niños al:

  1. Ignorar el silencio del niño, pretender que es normal que el niño no hable fuera de casa.
  2. Comparar al niño con otros niños que no manifiestan mutismo selectivo.
  3. Amenazar o maltratar al niño por no hablar.
  4. Ridiculizar al niño o burlarse de su silencio.
  5. Chantajear al niño para que hablen.

¿Qué Ayuda?

Para que los niños que se sienten más seguros en silencio comuniquen sus necesidades, deseos y experiencias con palabras, ayudan los siguientes acercamientos:

  1. Unirse al niño en las maneras que éste use para expresarse, y así desarrollar o reforzar la conexión cómoda y estrecha con él.
  2. Animar al niño de formas gentiles y juguetonas a que hable mientras se le expone gradualmente a situaciones en las que por lo general no habla.
  3. Enseñar al niño el lenguaje de señas, y pedirle que se comunique con éste cuando no hable.
  4. Fomentar la sensación de seguridad en los entornos en los que se desenvuelve el niño, no tolerando la burla, la intimidación, o el maltrato.
  5. Demostrar confianza y esperanza al niño en su habilidad de usar su voz para comunicarse, aún cuando se le haga incómodo inicialmente.

Para los niños cuyo mutismo selectivo tiene orígenes específicos, modalidades e intervenciones terapéuticas particulares son pertinentes, incluyendo aquellas que tratan los trastornos de habla y de lenguaje, y los trastornos de ansiedad, inclusive el trastorno de ansiedad debido a sucesos traumáticos.

Si bien el mutismo selectivo puede ser angustiante para el niño y para sus padres y educadores, cuando se interviene temprano y consistentemente se logra la recuperación total.

Cuando yo era niña, otros niños se reían de mí en el autobús escolar y en la escuela, llamándome "Conversación" porque no me oían hablar. ¡Si supieran ahora que dedico la mayor parte de mi tiempo hablando en sicoterapia, enseñando, en tarimas y ante micrófonos, usando mi voz para conversar!

Manejo del Tiempo

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

El tiempo es uno de los recursos más valiosos con el que contamos todos, chicos y grandes, ricos y pobres. Muchos refranes populares se refieren al tiempo y a cómo manejarlo: “hay que darle tiempo al tiempo,” “a su tiempo maduran las uvas,” “el tiempo todo lo cura,” “más vale tarde que nunca,” “nunca es tarde si la dicha es buena,” “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy,” “No por mucho madrugar amanece más temprano,” “vísteme despacio, que voy de prisa…”

Cuando del manejo del tiempo se trata, la vida moderna es un acto de malabarismo. Sin haber tenido el adiestramiento que tienen los profesionales del circo, intentamos mantener en el aire innumerables tareas importantes, ¡y parece que a veces nos aceleran la música!

La crianza de los hijos en sí misma conlleva múltiples tareas interminables. ¿Conoce algún padre de familia a quien le sobre tiempo? Si bien no podemos extender las horas del día ni los días de la semana, podemos administrar mejor el tiempo del que disponemos. Recordando que los niños aprenden de nosotros cómo manejar el tiempo, sigamos las siguientes guías para aprovecharlo mejor, y así apreciar y disfrutar cada día.

Guías

  1. Planificar con anticipación estimando cuánto tiempo requieren las tareas.
  2. Anticipar cambios y alistarnos para éstos.
  3. Prepararnos para las horas del día o las temporadas más ocupadas.
  4. Ser realistas al programar el día y la semana.
  5. No postergar- No permitir que las tareas crezcan o se acumulen.
  6. Organizarnos- hacer listas realistas, usar calendarios y libros de citas, dejar tiempo para lo inesperado, no comprometernos de más.
  7. Ordenar y simplificar el hogar y el área de trabajo para encontrar las cosas mejor.
  8. Dividir tareas grandes en pedazos manejables.
  9. Establecer prioridades- primero lo primero, sea lo más importante o lo más urgente.
  10. Ser eficientes- hacer tareas simultáneamente, cocinar bastante y congelarlo para luego, alistar la ropa para la semana.
  11. Agrupar las tareas- llamadas telefónicas, pago de cuentas, compras y mandados.
  12. Delegar- asignar tareas a otros, inclusive a los niños.
  13. Decir “No” a las interrupciones no bienvenidas y a las responsabilidades opcionales no deseadas.
  14. Levantarse temprano, para no estar con prisa.
  15. Preparar por la noche la ropa, comida, y materiales de mañana.
  16. Dar mantenimiento, reemplazar o componer el auto y otros aparatos.
  17. Permitir tiempo de sobra para citas- traer libro, tareas, o pasatiempo para cuando hay que esperar.
  18. Tener un plan alternativo (“Plan B,”) por si el plan original (“Plan A”) no funciona.
  19. Tomar descansos para “cargar las baterías.”
  20. Usar el fin de semana para un cambio de rutina

Administrar efectivamente el tiempo no es fácil, mas ¡Sí se puede!

 

Inteligencia Emocional

Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

Inteligencia infantil: Razón y pensamiento, emoción y sentimiento

¿Son inteligentes sus hijos?  Parece ser una pregunta simple, pero refleja un fenómeno complejo, ya que la inteligencia incluye una variedad de dimensiones y manifestaciones.

Lo que comúnmente se considera inteligencia se refiere a las habilidades del pensamiento racional, cognitivo, capacidades como la memoria y la aptitud matemática, que ayudan a los niños en su desempeño académico.  Esta inteligencia es en gran medida heredada, y aunque se puede desarrollar hasta cierto punto, como dice el refrán “no le pidas peras al olmo.”

Por otro lado, la llamada inteligencia emocional, popularizada por los escritos y estudios del profesor de la Universidad de Harvard Dr. Daniel Goleman, concierne a las habilidades involucradas en el comprender los sentimientos propios y ajenos, y aplicar este conocimiento al comportamiento.  Sea cual sea su inteligencia racional, la inteligencia emocional de todos los niños puede cultivarse constantemente y crecer a través de la vida.

Importancia e implicaciones: Más vale 1 año de adversidad, que 10 de universidad

¿Quiere que sus hijos sean genios, o congeniales?  Todos deseamos que nuestros hijos sean inteligentes, pues pensamos que la inteligencia facilita la felicidad y el éxito en la vida.  Esto es acertado en algunos sentidos, y en otros sentidos equivocado.  Las personas más brillantes no se sienten como las más afortunadas ni resultan ser las más triunfadoras.  Las investigaciones científicas al respecto señalan que el bienestar personal y ocupacional parece depender más del cociente emocional que del coeficiente intelectual.  Quienes muestran mejores destrezas para manejar sus emociones y relacionarse con los demás son quienes viven más dichosos y satisfechos, responden mejor ante la adversidad, y se destacan como más populares y productivos a lo largo de sus vidas.

La inteligencia emocional de sus hijos puede estimularse y fortalecerse mediante experiencias y actividades durante su niñez y adolescencia, ya que su cerebro en desarrollo cambia según la interacción de los niños con su entorno.  Para esto es crucial que los padres de familia se conecten con las emociones de sus hijos desde pequeños.  Es de sus padres que típicamente los niños aprenden sobre sí mismos, sobre los demás, y acerca del mundo en el que viven.  Es en el hogar que se enseña a reconocer, manejar, y expresar la gama de emociones que experimentamos los seres humanos.  Y es en casa que los niños se socializan a la convivencia con otros.

Ya que la inteligencia emocional se desarrolla mediante la observación, la imitación, la instrucción, y la aplicación, corresponde a los padres de familia servir de ejemplos, y ejercer como educadores y entrenadores.  Si sus hijos ven que usted conoce, maneja, expresa y canaliza sus propias emociones de maneras sanas, ellos tendrán modelos inteligentes a seguir.  Al enseñarles a comunicarse, compartir y comportarse en convivencia en la familia, les preparas a desenvolverse congenial y eficazmente en otras relaciones y en otros grupos.

Ingredientes indispensables: Principios y ejercicios para la inteligencia emocional

  1. Observe y escuche a cada uno de sus hijos con atención plena
  2. Demuéstrele a sus hijos que sus sentimientos son importantes
  3. Háblele a sus hijos sobre las emociones: dicha, temor, enojo, tristeza, etc
  4. Permita que sus hijos expresen de forma segura sus emociones intensas
  5. Cree un ambiente familiar comprensivo, cómodo, abierto al diálogo
  6. Demuéstrele a sus hijos respeto, comprensión, y aceptación
  7. Juege al reconocimiento de emociones en personajes de cuentos, libros, y TV
  8. Preséntele a sus hijos dibujos representativos de las emociones principales y nómbrenlas
  9. Propicie que sus hijos hagan amistades, para practicar la convivencia con compañeros
  10. Recuerde darle a sus hijos su dosis diaria de “Vitamina A”: Afecto, Aliento, Apoyo

Indicadores ilustrativos: Elementos y ejemplos de inteligencia emocional

  1. Reconocer las emociones propias- sean placenteras o no: “Conócete a ti mismo”
  2. Tolerar las emociones desagradables- propias y de los demás: “Todos sentimos enojo, estrés, tristeza, temor…”
  3. Nombrar las emociones-  ponga etiquetas, llame a las cosas por su nombre: “Al pan, pan, y al vino, vino”
  4. Manejar las emociones sanamente- enseñe a sus hijos qué decir y hacer para expresar los sentimientos sin violencia, pues “nadie nace sabiendo”
  5. Controlar los impulsos- ofrézcale a sus hijos consejos concretos: “Cuando me enojo y siento deseos de romper algo, me retiro para calmarme”
  6. Comunicar las experiencias claramente - aclare la confusión, para ayudar la comunicación y afirmar la relación:  “Me siento estresada, no estoy enojada contigo”
  7. Demostrar empatía y compasión- capte los sentimientos y necesidades de otros y póngase en su lugar; enseñe a sus hijos a “ponerse en los zapatos del otro”
  8. Persistir ante los contratiempos- ante las dificultades, anímese y aprenda en pos de sus propósitos: “El que persevera, alcanza”
  9. Mostrar solidaridad ante la adversidad- dígale a sus hijos que cuenten con usted “en las verdes y en las maduras”
  10. Reflejar optimismo- comuníquele esperanza a sus hijos...  a pesar de los pesares, “¡Sí se puede!”

Interferencia e interruptores: Barreras y bloqueos a la inteligencia emocional

A pesar de sus mejores intenciones, inevitablemente flaqueará y fallará al impartir y compartir las lecciones de la inteligencia emocional con sus hijos.  Póngase en alerta a los errores más comunes que cometemos los adultos al criar y educar niños emocionalmente inteligentes.

  1. Ignorar los sentimientos de los niños- no tomar en cuenta, o actuar como si no notáramos las manifestaciones de sus emociones: “No le hagas caso cuando llora”
  2. Menospreciar las emociones de los niños- subestimar el valor y el impacto de sus sentimientos en su vida y relaciones:  “Es muy chiquito, se le va a pasar el miedo y ni se acordará”
  3. Minimizar los problemas de los niños- reducir la importancia de las dificultades y desafíos que se les presentan: “¿Por qué te pones así por esa tontería?”
  4. Castigar a los niños por sentir emociones- regañarlos, criticarlos, o implementar consecuencias punitivas por tener sentimientos negativos o intensos: “¡Eso te pasa por enojarte!”
  5. Interrumpir a los niños cuando expresan sus experiencias- desperdiciar oportunidades de ayudarles a entender sus emociones y las situaciones que las precipitan:  “Deja ya de hablar de eso, para que se te olvide”

Inspiración e ideas: Recordatorios y recursos

Recordemos que desde bebés los niños sienten confusión, desesperación, frustración, y desilusión. Como adultos, es nuestra función y obligación usar la razón, y la emoción, la comunicación, la intención, y la acción. Así que ofrezcámosles atención, observación, protección, estimulación, instrucción, conversación, consolación, ¡y comprensión!

Libros para adultos

  1. Inteligencia Emocional (Dr. Daniel Goleman)
  2. Inteligencia Emocional para Padres (Claudia Sandino)
  3. Inteligencia Emocional en los Niños (Dr. Lawrence Shapiro)
  4. Despierta la Inteligencia Emocional en los Niños (Annie Rehbein de Acevedo)
  5. Educar con Inteligencia Emocional (Maurice J. Elias, Steven E. Tobias y Brian S. Friedlander)

Libros para niños

  1. Cuentos para Sentir (Begoña Ibarrola)
  2. Hoy me Siento Tonta y Otros Estados de Ánimo (Jamie Lee Curtis)
  3. Vege Tal como Eres (Joost Elffers & Saxton Freymann)